O al menos eso creo.
Ayer fue algo inolvidable, no por el concierto, si no por ti.
Apenas pude prestaba atención a las canciones porque creo que te ví.
¿Estabas en barrera?, creo que si, pero no me atreví a confirmarlo o preguntarte, porque ibas acompañada, de, ¿quizás tu madre?.
LLevabas una impresionante camiseta verde, y el pelo recogido. Tu hermoso pelo.
La verdad que en persona eres absolutamente impresionante de guapa, y esa camiseta y los pantalones piratas....
Eras la más guapa ayer con diferencia.
Sólo pude acercarme a la barrera disimuladamente haciendo como que hablaba con el móvil para no levantar sospechas en mis amigos.
Oí esa canción abriendo mi corazón, y deseando que cuando estaba juanes cantándola, tú pensases en mí al menos una décima de segundo.
Aunque fuese para repudiarme fíjate lo que te digo.
Pero ese pensamiento sería mío. Y durante esa fracción de segundo tu mente y la mía quedarían unidas a través de toda la gente y la música.
Esos instantes que me acerqué a ti....
No te los puedo describir.
También pude comprobar que fuiste sola. Y tú sabes a lo que me refiero.
Quizás esté llegando demasiado lejos o demasiado rápido, pero fué tanta mi alegría al verte sola, que no puedo por menos que hacértela llegar.
Fué el mejor día de mi vida. Porque el concierto fué lo de menos. Te confieso que saqué las entradas cuando comprobé que tú ibas a ir. Y las hubiese sacado para un concierto heavy, me hubiese dado igual con tal de compartir algo contigo.
Y aunque en la distancia, viéndote como te levantabas para bailar, con tus brazos al viento, y tu pelo moviéndose... compartí algo contigo que en mi corazón guardo.
Te estoy abriendo mi corazón como no pensaba hacer, espero no meter la pata o que te sientas ofendida. No pretendo eso. Al contrario.
Cada vez que cierro mis ojos te veo bailando... y con ese recuerdo me dormí.
Con tus brazos alzados.
Déjame soñar,
déjame.
Déjame soñar que no estas sola, y estoy yo al lado.
